Embarazo en adolescentes: riesgos físicos y psicológicos

Un embarazo adolescente también conocido como gestación precoz o embarazo prematuro se produce, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando ni el cuerpo ni la mente está física, metal y emocionalmente preparados para asumir la responsabilidad de la maternidad y la paternidad. La OMS establece que un embarazo adolescente se produce entre la etapa inicial de la adolescencia entre los 10 y 15 años, que es también cuando inicia la etapa fértil de la mujer, y los 19 años que es cuando termina la pubertad. Algunos países catalogan el embarazo adolescente como una problemática sociocultural que necesita atención por cuanto tiene repercusiones directas sobre la salud física y emocional de los adolescentes. En este artículo encontrarás información relevante acerca de los riesgos físicos y emocionales que pueden desprenderse de un embarazo adolescente y herramientas para hacer frente a esta situación que puede llegar a ser un desafío para muchas familias.
Riesgos físicos de un embarazo adolescente
Estar en embarazo es para muchos hombres y mujeres consecución de un sueño, sin embargo, cuando el embarazo se produce sin ser deseado como consecuencia de un accidente, de una acción descuidada o, incluso, de un abuso a una edad muy temprana, este suceso trae cambios en la vida de la futura madre para los que posiblemente no está preparada. Los cambios físicos producidos por el embarazo tienen el propósito de adaptar el cuerpo de la mujer a las necesidades fisiológicas necesarias para que la nueva vida en camino pueda desarrollarse en su interior. Dado que el cuerpo de una adolescente todavía está en formación y a que su sistema reproductivo todavía no está maduro, estos cambios podrían traer consecuencias que afecten la salud de la madre y del bebé. Según las OMS, las madres adolescentes tienen mayor riesgo de padecer afecciones como:
- Preclamsia
Esta complicación viene como resultado de una presión arterial alta durante el embarazo y puede llegar a causar daños irreversibles en la madre como problemas en los riñones y el bebé como ceguera. La preclamsia, incluso, podría conducir a la muerte.
- Endometritis después del parto
Esta es básicamente una infección en el útero generada por bacterias que se transportan a través del conducto genital inferior. Entre los síntomas que se presentan está el dolor espontáneo en el útero, un dolor exagerado en la pelvis y el abdomen, fiebre, presencia de flujo irregular y malestar. En el caso de presentarse esta afección será necesario acudir al proveedor de salud.
- Infecciones sistémicas
A diferencia de la infección anterior, que es localizada, las infecciones sistémicas afectan todo tu organismo por cuando se diseminan a través del torrente sanguíneo. • Desnutrición Debido a la mala alimentación y a los efectos psicológicos del embarazo, las madres adolescentes suelen presentar sufrir de deficiencia nutricional y peso por debajo del adecuado lo cual representa consecuencias negativas tanto para la futura madre como para su bebé.
- Aborto espontáneo
El aborto espontáneo se refiere a la pérdida no provocada ni deseada del feto antes de los cinco meses (20 semanas) de gestación, esta situación puede derivar en afectaciones psicológicas de la madre como la depresión. El borto espontáneo puede ocurrir como consecuencia del desarrollo inadecuado del bebé.
- Partos prematuros
Un parto prematuro se da cuando el bebé nace antes de la semana 37 de gestación, un parto antes de tiempo pone en riesgo la salud de la madre y del bebé y entre las causas que podría generarlo destacan el peso irregular durante el embarazo, un aparato reproductivo inmaduro y la inestabilidad emocional, entre otras.
- Bebés con problemas de nacimiento
Debido a los riesgos físicos anteriormente descritos, los hijos de madres adolescentes presentan mayor riesgo de sufrir ciertas enfermedades como desnutrición y otras afecciones neonatales que podrían desarrollar enfermedades crónicas en el futuro.
Riesgos psicológicos de un embarazo adolescente
La adolescencia es una de las etapas más desafiantes en el desarrollo de un ser humano, no solo está cambiando el cuerpo haciéndose más maduro, sino también la mente. Es en esta fase de la vida en la que el futuro adulto empieza a razonar por sí mismo y a formar el criterio que le ayudará a tomar decisiones trascendentales en su vida. Mentalmente un adolescente, hombre o mujer, no tiene la madurez suficiente para asumir el reto de la maternidad o la partida, así como los recursos físicos, económicos y emocionales necesarios para traer un hijo al mundo. Cuando un embarazo adolescente se produce, es necesario sumar a los cambios mentales y naturales de la adolescencia los cambios emocionales propios de la gestación debido a las alteraciones hormonales, esto constituye una gran presión para los adolescentes que salen sentirse incapaces de transitar ambas etapas al mismo tiempo. Un embarazo en la adolescencia puede generar sentimientos negativos como culpa, miedo, vergüenza, baja autoestima, angustia, desesperanza y frustración, lo cual a su vez puede desencadenar a futuro problemas psicológicos como ansiedad y depresión e incluso llevar al suicidio en casos extremos. Otras de las consecuencias del embarazo adolescentes tienen que ver con la inestabilidad familiar, la dependencia económica, abandono de los estudios y el rechazo que la madre puede llegar a sentir por el bebé.
¿Cómo asumir un embarazo adolescente?
La familia es el soporte emocional para aquellos que experimentan un embarazo a temprana edad o embarazo adolescente. Es importante que tanto los futuros padres como los abuelos inicien un acompañamiento psicológico que les ayude a comprender las implicaciones de la nueva dinámica familiar. Algunos de los retos importantes que tanto los adolescentes como sus familias deben afrontar tienen que ver con asumir las nuevas necesidades económicas y afectivas que se generar como consecuencia de un embarazo prematuro. La aceptación del embarazo, por parte de los futuros padres, en primer lugar, y de toda la familia en segundo, es fundamental para que la vida retorno poco a poco a la normalidad. En el mismo orden, es importante que los adolescentes entiendan los cambios que la maternidad y la paternidad implican en sus vidas para que puedan trazar un plan de vida con miras al futuro de cada uno, así como del bebé que viene en camino. Asumir con éxito el desafío de un embarazo adolescente y minimizar los riesgos físicos y emocionales que esto pude traer, es más sencillo cuando los futuros padres tienen alrededor una red de apoyo que los ayuda a asumir la nueva responsabilidad y a trazar un nuevo proyecto de vida.